sábado, 27 de abril de 2019

XIX MARATÓN ORNITOLÓGICO 2.019


Archibebes Tintos on the road de nuevo para participar en el XIX Maratón Ornitológico. Esta vez componemos el equipo Alex, Diego, Jose Manuel y Félix.
Ha sido una semana rara meteorológicamente hablando, con lluvias y frío los días previos pero con la previsión de un día soleado y cálido por delante. A ver cómo afecta esto a las aves. 

Llegamos antes del amanecer a pie de puerto de Navacerrada por la vertiente segoviana con intención de ver si pillamos cárabo o chotacabras pero ninguno de los dos se deja oír. Se escuchan los primeros de la jornada, petirrojo, colirrojo tizón, mirlo y zorzal charlo.
A la vez que va subiendo la claridad del alba subimos nosotros también el puerto para reempezar desde arriba y apuntar las especies que previsibles a esta altura, como verderón serrano, acentor común o reyezuelo sencillo. El dormidero de cuervos sigue activo porque un buen grupo llena el cielo y rompe el silencio. Disfrutamos también de un pico picapinos que se nos posa muy cerca y con una luz especial al darle los primeros rayos por detrás, pero hoy no estamos a fotos y no llevamos equipo para inmortalizarlo.

En el puerto vemos, y anotamos, un vencejo común solitario. Os parecerá raro, pero a lo largo del día y durante tanto recorrido veremos este ejemplar y solo uno más al final del día en Villafáfila.
En Boca del asno no fallan las tres especies que están prácticamente en el mismo sitio cada año: mirlo acuático, la pareja al completo, lavandera cascadeña y chochín, que canta en el mismo arbusto de siempre muy cerca de nosotros. No nos sale como en otras ocasiones aquí el mosquitero común, increíblemente será uno de los pinchazos del día pues no aparecerá en el resto del recorrido.





En Valsaín disfrutamos del paisaje, de las especies habituales y del necesario desayuno. Nos falla el alcaudón dorsirrojo, aunque nos parece ver uno en vuelo desaparece en la maraña de jaras al posarse y no podemos confirmarlo para la lista.
En el cortado del río Cega el alimoche, que estaba bastante escondido tumbado en su nido cueva, se hace bien visible a los ojos del Swarovski.
Haciendo recuento llevamos 73 especies en esta primera parte del recorrido, 5 menos que el año pasado (nuestro año de record), así que no vamos del todo mal a pesar de ser conscientes de algunos pinchazos.




En Sepúlveda tenemos uno de los momentazos del día. Roquero rojo cantando en el cortado. Todo un disfrute de esta preciosa ave que es tan infrecuente. Solamente lo habíamos sacado una vez hace muchos años y en una observación fugaz. En el mismo lugar registramos también otra buena especie para la lista: escribano hortelano.
Hacemos la parada de la comida en el mismo soto del año pasado donde se repite tanto el torcecuellos como el bisbita arbóreo.
A estas alturas de la jornada hemos recuperado buena parte del retraso que llevábamos y vamos camino de la tercera etapa del recorrido previsto, Castronuño-Toro, con solo 3 especies menos que el año anterior.

En el Duero comprobamos con agrado que se ha restaurado la colonia de martinetes. El año pasado se había caído el árbol donde estaba ubicada por alguna crecida del río.
Y en el soto de Castronuño anotamos el mosquitero ibérico pero nos falla el pico menor.


Nos dirigimos camino de la última etapa del recorrido, con buen horario pero 11 especies menos. Ya sabemos que no vamos a llegar a cifras tan buenas como el año pasado aunque será determinante cómo nos encontremos los niveles de agua en Villafáfila.

Al llegar al pinar del búho chico ya vemos que, a diferencia del año pasado, este año no hay nada de agua. Además del búho chico que no nos falla vemos un halcón peregrino que sale a ras de suelo con una presa en las garras, alejándose para dar cuenta de ella con más tranquilidad.

Como nos temíamos este año Villafáfila no aporta tantas especies y la lista se nos va quedando corta. Aun así, poco a poco sigue subiendo y con las últimas luces del día anotamos las que solemos registrar ya solo de oído, finalizando sonidos de la lechuza de todos los años.




Cerramos la cuenta con 144 especies, bastante menos que el año pasado, pero dentro de la media de los mejores años. 

Días después comprobamos con una sonrisa que esta cifra nos da séptima posición empatados con los colegas de los Pardillos del Pardo.